Celler de Can Roca no me parece un nombre adecuado para un restaurante. No es comercial. Restaurante Playamar, por ejemplo, es mucho más evocador. Aunque si me hubieran dejado a mí poner el nombre creo que hubiera elegido "Rechupete".
Pensad en los titulares: "El Rechupete es elegido mejor restaurante del mundo por la revista..."
En fin, ellos verán. La cuestión es que los hermanos Roca han puesto a su garito en lo más alto del escalafón, como en su día consiguió el Bulli de Ferrán Adriá.
En Huesconsin también nos cuidamos bastante bien. A la estrella Michelín de la Taberna de Lillas Pastia y el Restaurante Las Torres, se unió hace poco el tapeo genial (cookink!) del Tatau Bistro.
3 estrellas Michelín como 3 soles mañaneros. Porque acordaos, el sol es una estrella enana amarilla, aunque eso mejor no se lo digáis.
Y estos 3 lugares son sólo la avanzadilla. Hay muchos otros templos y templetes gastronómicos en la ciudad. Aunque si yo os lo cuento y no venís es como cuando el Budha enseñaba el camino de la iluminación, o como el bereber del desierto que indica al sediento el camino hacia el oasis.
Porque la gastronomía es un arte que tiene que ser probado. Eso lo convierte en un arte exclusivo. Todos hablan del Bulli pero sólo un pequeño grupo de privilegiados pudo comer allí. Pequeño grupo si lo comparamos a los que han visto "El Jardín de las delicias" en el Museo del Prado o a los lectores potenciales de este blog (por poner dos ejemplos de creatividad sublime).
Que te cuenten la película está bien, pero lo mejor es verla ¿no?
Me pasa lo mismo con esos fenómenos televisivos tipo Master Chef y sucedáneos.
Los veo y me quedo intranquilo. Es pornografía culinaria. ¿Cómo sabes que eso está bueno de verdad? ¿porque lo diga ese cocinero gurú con malas pulgas?
El tema es complejo, ya lo sé, pero los chimpancés tenemos una importante responsabilidad en todo este asunto de la cocina, en su pasado, presente y futuro. No lo digo yo, lo dice Felix Warneken, profesor asociado de Ciencias Sociales en la Universidad de Yale:
"Cuándo surgió la cocina en la evolución humana es una pregunta importante. Pensamos que una manera de llegar a esta cuestión es investigar si los chimpancés, en principio, tienen las capacidades cognitivas esenciales para cocinar. Si nuestro pariente evolutivo más cercano posee estas habilidades, sugiere que una vez que los primeros seres humanos fueron capaces de utilizar y controlar el fuego también podrían utilizarlo para cocinar"
Y obviamente la conclusión es que sí, como dice este LINKAZO, que los chimpancés llevamos años de ventaja.
Cuando el australopithecus se comía las piedras crudas, los chimpancés ya freíamos huevos.
Cuando al homo habilis le costaba adivinar hacia qué lado se ponía el delantal de piel de mamut, nosotros los chimpancés aprendimos a sobrevivir a base de arroz con cosas.
Cuando el homo sapiens se comió la primera gamba, los chimpancés deconstruimos la tortilla y creamos el revuelto.En la Academia siempre hemos dado mucha importancia al comedor.
Precisamente uno de nuestros lemas fundacionales es el siguiente:
Un simio bien comido, aguanta el doble sin trabajar.Traducídmelo al latín, si podéis, que estoy pensando en hacer camisetas.
7 comentarios:
Me has alegrao la tarde simio,qué bueno el celebrities con su deconstrucción del colacao:me se sale el talento por los poros...Con el nombre del restaurante,yo pondría De Rechupete,sin en artículo y habría que chuparse los dedicos al acabar,cómo no!
No he ido a los estrellados de guesconsin, pero si sirve la provincia me dejaría torturar a cambio de un casa blasquico en echo.
Ahora recuerdo q había uno antiguo en tu city q daban una cecina cojonuda pero creo q lo cerraron hace unos años.
Se aceptan recomendaciones
Madre mia que genialidad...por algo tienes una academia. Y el link al heraldo de aragón con los chimpancés, las batatas y los investigadores asombrados me ha dejado patidifusa o es batidifusa?
A ver si me llevas a esos sitios a comer...en Huescosin solo he comido en el McDonalds de El coso Real...así de triste es mi vida.
Estimadísimo HombreRevenido:
Son tres los temas que tocas.
Sin duda, el nombre más apropiado para un restaurante es El frenazo. Es sutil a la par que directo. Por algo, no por casualidad, El frenazo es un clásico en cualquier carretera de nuestra piel de toro (metáfora feliz que me se acaba de ocurrir).
Por otra parte, con Félix (Warneken) ya he tenido varias agarraeras a cuenta del término «cocina». Este individuo sigue, erre que erre, reduciendo la cocina a la caliente, dejando así el mundo de los carpaccios, gazpachos, etcétera, a un lado. Lamentable. No me extraña que en Harvard siga sin pasar de ser asociao pringao; vamos, que no libra ni lunes ni viernes y encima de que el muy capullo da clases el bedel se niega a llevarle al aula el aparato de las filminas. Ridículo.
Por último, la cocina moderna ha de ser (como todo lo moderno) divertida. De ahí que los simios no tengan lugar entre los fogones. Me explicaré. Como sabemos, los simios manifiestan la alegría mediante sacudidas. Cuando están alegres o animosos es como si se dedicaran a probar la resistencia de los materiales. Al hombre también le pasa, de acuerdo, pero sólo en la etapa de bebé, cuando es miembro de una banda (bien de hard rock, bien de butroneros), o cuando es físico en el Instituto Torroja. Ya está. Pero a los simios, no. Los simios siempre que están alegres se lían a mamporros contra todo lo que les rodea. Pues bien, un mono feliz armado con un cuchillo es obvio que, entre pajilla y pajilla, y sin querer, mataría a todos los pinches, clientes, sumiller y recepcionista; saldría a la calle para coser al aparcacoches y, ya solo pero aún con ganas de fiesta (los monos son mu seguíos en esto y en todo), acabaría autolesionándose, perdiendo la vida o lo que es peor, contándonosla en algún late show.
Y eso, tanto por ellos como por nosotros, convendrás en que no lo queremos. No, no, no.
Gracias, gracias.
Perdón, que se me olvidaba. En latín, «Un simio bien comido, aguanta el doble sin trabajar», sería: «Simiam hartus, funcionarius est».
Esta clarísimo. A la humanidad le queda mucho por aprender, como llenar la panza y escaquearse sin que se note.
Sonia, a lo mejor "De Rechupete" es mejor. Incluso podríamos darle un toque anglosajón: "The Rechupete".
Chico de la Consuelo, pues una guía gastro-simia de Huesconsin con recomendaciones imprescindibles podría ser un gran post.
Hay mucho y muy bueno.
Molinos, ya sabes lo pesimistas que son a veces los investigadores. Se flipan con cualquier tontería que hacemos los monos. Son entrañables.
Madre mía, el McDonalds, cuánto te queda por aprender de la Capital Mundial. Tenemos que resolver eso pronto. Tomo nota.
Luxindex, a lo mejor tienes razón. En la cocina tan peligroso es el cuchillo como la pajilla. Me mantendré, de momento, a este lado del restaurante.
¡Gracias por la traducción! jaja
Aquello noerayo, a costa de la curiosidad de los científicos. No, si cuando a los chimpancés nos da por pensar...
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