Si conocéis ese pedazo de blog llamado
Tarike, sabréis quién es
Kaktus. Y estaréis de suerte, sin duda, porque yo no conozco un blog mejor. Más suerte todavía para los oscenses que la conocemos en persona, y que otra Navidad más estamos
obligados a pasar por la plaza Concepción Arenal y sumarnos a la campaña "Luces por Etiopía".
Los días 24 y 31 de diciembre y 5 de enero estarán allí, organizando bailes y otras actividades,
con unas huchas que no están de adorno ¿EH?, vendiendo unos calendarios que da gloria verlos (yo ya tengo el mío).
Os iba a explicar lo especial que es todo este proyecto de
Entarachén, pero he leído la carta de
Kaktus en el Diario del Altoaragón y creo que con la primera mitad de la misma es más que suficiente:
Mientras escribo estas líneas - no es por dar envidia a nadie - hace un sol espléndido que me recuerda que tengo que regar el huerto, o nunca llegaremos a comer calabacines. El huerto - me han dicho las señoras de aquí - hay que regarlo de noche. Con este calor, si se riega de día, se hierve todo. Y hay que regarlo todos los días, aunque sea poquito, porque a veces no hay agua, pero todos los días.
Recuerdo un regalo maravilloso que, sin saberlo, me hizo una de las niñas de Mekanissa. Se llama Abeba, que quiere decir "flor". Llegó hará unos seis o siete años. Tenía trece años y la historia "normal" entre los niños y niñas de Mekanissa: sola, huérfana, analfabeta y bastante limitada. Cuando se reía mucho se le caía la baba. Tan delicada era nuestra flor que decidimos protegerla, y durante seis meses creció en el invernadero que era nuestra guardería. Llevaba ya sujetador, pero en muchos aspectos era pequeña como un párvulo. Todo la maravillaba. Luego la mandamos al cole donde, a trancas y barrancas, aprendió más números y más letras.
Hace tres meses empezó a trabajar como pinche de cocina en un hotel de Addis Abeba. Es un hotel bastante bonito, donde la tratan bien.
Después de un curso de Formación Profesional, sabe de memoria los pasos para hacer la hamburguesa perfecta. Entre mondas de patata y platos sucios que limpiar, se le pasan los días. Tiene día y medio libre a la semana (un privilegio por aquí) y en el mercadillo del barrio se compra esas pequeñas cosas que le encantan: unos leggins, una camiseta brillante, un acondicionador para el pelo... Porque ahora sí puede. Ahora es independiente, esa palabra que representa para los niños y niñas de Mekanissa todo lo que queremos que sean. Los queremos independientes, libres, capaces de decidir por sí mismos. Nunca más mendigos, nunca más sumisos, nunca más pobres.
Nuestra flor ha florecido como símbolo de esperanza. Ella, que parecía que no iba a ninguna parte, ahora camina con paso seguro hacia la iglesia ortodoxa que frecuenta, donde ya está preparando los cantos que su coro cantará para la navidad ortodoxa, a mediados de enero.
A veces en el huerto de Mekanissa crecen cosas que nadie se acuerda quién plantó. De un hueso de aguacate chiquito que las voluntarias austríacas plantaron hace unos años, ahora hay ya un árbol que da frutos. A veces unos, a veces otros, siempre hay quien riega. Y quien espera a que todo crezca.
El único
Espíritu de la Navidad que nos queda aquí en la
Academia es recordar año tras año
las andanzas de Teresa en el África.
Porque la única solución a este mundo, la única herramienta de cambio verdaderamente poderosa es el amor.
Feliz Navidad a los simios pecadores que, muy muy en el fondo, tenéis buen corazón.
6 comentarios:
El amor es la unica filosofia de esta tierra y de este cielo.Lo unico codiciable...
Antonio Gala.
Sonia.
me has emocionado...
Sonia, la única esperanza, además.
Molinos, si tú te emocionas yo me emociono otra vez.
No me hagas rascar en mi corazón para llegar al centro, dulce y bueno, porque me emociono también.
Soy de los que se esfuerzan por cambiar las superestructuras que crean las condiciones de esas flores que no florecen ni en África ni aquí a la vuelta de la esquina. Pero no hago ascos, ni mucho menos, a las flores y los viejos cuidados de uno en uno.
Un abrazo bondadoso (solo uso uno al año).
NáN, así tiene que ser. No perdamos de vista el poder del cara a cara. Aunque el objetivo a largo plazo sea un gran cambio estructural.
Me encanta el blog de Kaktus, lo conocí gracias a ti y nunca te lo podré agradecer lo suficiente. Me encanta cómo cuenta su día a día y la labor que hacen allí me parece increíble.
Publicar un comentario