martes, mayo 13, 2014

No paguéis el rescate ¡¡que me he escapao!!

Hay un tema que me interesa mucho ahora mismo, y es el tema del dentista.
Qué mejor forma de retomar el hilo del blog que un telefilm basado en hechos reales.
La semana pasada la monopolizaron (y la mono-apalizaron) dos asuntos: el trabajo y el dolor de muelas.

Comprenderéis que no escribiera si andaba así por la vida...


Y llegó el momento de ir al dentista.
Lo primero que voy a decir es que los dentistas o dontólogos han mejorado bastante. Serán las nuevas técnicas o lo que sea, pero es evidente que la cosa ha avanzado una barbaridad. Aún recuerdo cuando me arrancaron una muela sin apenas anestesia. Tenía 10 u 11 años, por lo que sea la anestesia no hizo efecto y pasé un rato malo. A aquel señor de los alicates sólo le faltó ponerme el pie en el pecho para estirar. Madre mía qué procedimientos...
Cuando mi cerebro esbozó aquel pensamiento: "Simio, tienes que ir al dentista" mi primer pensamiento fue...



Sea por la experiencia traumática o porque soy una nenaza, me da angustia el dentista. Me entran los siete males cuando cruzo la puerta. Y eso que ahora me atienden con una sonrisa y el nuevo dentista es afable y delicado.
Estoy tranquilo por dentro pero en la superficie un sudor frío recorre mi frente, tiemblo, araño el paritorio ese en el que te tumban. Cuando me ponen la lámpara en la cara tengo ganas de confesarlo todo. Y ojo que la lista sería larga, tengo un historial delictivo bastante majo. Todo esto me lleva a pensar que sería un rehén bastante pusilánime. Si quisieran sonsacarme cualquier cosa los del K.G.B. os delataría a todos vosotros en el mismo momento en el que empezara a girar ese utensilio demoníaco de raspar dientes.

Le dije al dentista que no fuera rácano con la anestesia y creo que me dio ración doble, porque todavía tengo un poco dormida una pierna. Además me recetó ´los antibióticos que me han curado y el nolotil que me terminó de sacar a hombros de la plaza de toros de la desolación.
Fue algo más o menos así...



Sin dolor trabaja cualquiera.
Sin dolor de muelas escribe en el blog cualquier mono.
Incluso pude pasar una gloriosa noche de tweet & chorravision.
¡¡Viva Europa!! ¡¡Viva Polonia!! ¡¡Viva el imperio Austrohúngaro!!
Me vengo arriba.
Estoy de vuelta.

10 comentarios:

nhtg dijo...

Lo que me pude reir la noche de Eurovisión con sus tweets, profe. Y con los de otros también. Eurovisión en twitter tiene mucha más vidilla. Viva Polonia!

Anónimo dijo...

No me hables de dentistas que lo mio es una cruzada

Anónimo dijo...

Viva Polonia supongo que es porque habéis visto el video de las polacas de Eurovision en you tube...

Gonzalo

molinos dijo...

¿paritorio?

¿te pusieron las piernas en alto? ¿te veías las rodillas? alma de cántaro...¿por dónde te han sacado las muelas?

XDDD

HombreRevenido dijo...

Nhtg, seguramente no hubiera visto chorravisión de haber estado sano. Y me divertí bastante, la verdad. ¡Viva!

Aquello noerayo, el tema del dentista es desagradable. Sólo puede tratarse desde el alivio enorme que ahora mismo siento.

Gonzalo, ¡en directo lo vi!
Y luego no he vuelto a verlo más. Se quedó grabado a fuego en mi retina.

Molinos, a lo mejor es que yo me senté al reves. Yo qué sé, me pongo muy nervioso en el dentista.

Nisi dijo...

La última vez que fui al dentista, casi me duermo en la sala de espera. Era invierno, hacía mucho frío y allí se estaba taaaaaaaaan calentito. Yo no le tengo un miedo especial, aunque las limpiezas me hacen llorar. Eso sí, tampoco es un sitio al que voy con entusiasmo, claro.

pazzos dijo...

Discrepo. La odontología ha empeorado mucho desde que prohibieron el gas de la risa como anestésico. Y el ruido de la impresora cuando saca la factura da más grima que el del torno.

HombreRevenido dijo...

Nisi, en invierno a lo mejor es un sitio "un poco" acogedor. Pero en primavera, con los gritos de júbilo de las calles... mal.

Pazzos, yo soy de poco drogarme y te juro que nunca me había enamorado de una medicina como me he enamorado del nolotil. Qué paz...
Ay la factura. Cuando me la enseñen me voy de España.

aras dijo...

Hace dos meses fui al dentista para que me quitaran una muela y previamente me chuté con antihistamínicos (por temas de anestesia y demás). No veas el colocón que llevaba. Iba feliz de la vida.
Y esta mañana he vuelto a empastar una muela sin anestesia. Un poquito de daño sí ha hecho. Pero bueno, he sobrevivido.
Lo de Eurovisión por twitter fue un puntazo. ¡Qué risas!

Anónimo dijo...

Que malo es el dolor de muelas,tanto
como para tener que ir al dentista.
Bueno,me encanta el chimpancé dándose ese chapuzón.¡Qué cara de
felicidad!
Sonia