La diferencia entre nuestras expectativas y la realidad es lo que provoca el sufrimiento en el mundo. Ese es el tema que vamos a tratar, pero esta vez intentaremos no nombrar ni una sola vez a Schopenhauer (ops, he roto mi promesa otra vez).
Tal vez os resulte familiar alguna de estas dos escenas arquetípicas. Las llamaremos "Caso A" y "Caso B".
Otra visión (tan peligrosa o más) de lo mismo.
Y gracias a estas dos caras de la misma moneda, la vida es una paraíso y un infierno a la vez.
Bueno, la parte del paraíso está sólo en nuestra cabeza.
El infierno no. El infierno está en todas partes.
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Aprovecho para recomendaros la web respondable de este ramalazo de humor sofisticado: Fantasmitas S.L.
8 comentarios:
Pues sí, así es.
Ciertamente, en muchos casos hay un exceso de fe. Demasiado, diría yo...
Saludos.
c´est la vie, que le vamos a hacer!!
Espartaco, las viñetas no dejan lugar al comentario. Exactas como un atestado.
Elvis, ese exceso de fe nos ha ayudado a crecer. Precisamente porque es el ingrediente fundamental de todos nuestros batacazos.
Verillo, nada, mejor no hacer nada. Disfrutemos nuestros altibajos con naturalidad.
Y, ¿qué sería de nosotros sin esos batacazos? Cuando nos reunimos con amigos y bebemos, ¿Qué nos contamos? ¿Qué es lo "gracioso"? Las pifias.
(Y si tenemos amigos que hablan de lo bien que hacen las cosas, ha llegado el momento de cambiar de amigos).
Cierto, NáN, no hay chiste sin un buen fracaso. Ni hay un fracaso fresco sin altas expectativas.
La evolución conspira en favor del sentido del humor.
Estos fantasmitas no sólo son monísimos sino que encima enseñan cosas muy serias, qué ricos.
Nisi, saben mucho de la vida. Y no es ninguna fantasmada.
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