viernes, junio 21, 2013

Contacto con táctil


Vale, lo reconozco. He perdido el interés por vosotros, por el mundo que nos rodea, por el blog, por la realidad, por el viernes, por el fútbol, por el sexo, por el baile (incluso el funky), he perdido el interés hasta por beber. Sí, me he comprado un móvil de esos que hacen de todo.

He decidido convertir mi obsesión en un post. Al menos así parece que hago algo productivo. Son mis truquis de académico de la desvergüenza.

Descubrir sensaciones nuevas y no poder parar de tocarlo. En realidad, comprarse un smartphone nuevo es como volver a la adolescencia. Siempre con el móvil en la mano, experimentando, disfrutando de un placer solitario y también, por qué no decirlo, del morbo y la culpabilidad.
Lo táctil. Ese el tema. Al final todos somos monos táctiles.

En realidad, lo que más me gusta de los teléfonos táctiles es que sabes que si le pegas le duele.
Así puedo castigarlo y hacerle sentir quién manda. En estos primeros momentos es importante que el aparato no huela el miedo. El miedo a que se caiga, se gripe o a que se nos rompa el amor (de tanto usarlo).

Instalas aplicaciones. Cambias el fondo. Organizas tus iconos con el método ancestral de esconder lo inservible debajo de la alfombra. Configuras el wifi. Configuras la wifi. Configuras lo wifi. No sé exactamente su género a pesar de pagarlo todos los meses.
El esmarfon nos guiña un ojo por las mañanas, nos arropa por las noches... cuando nadie me mira le doy besos. Ternura de tamagotchi, prestaciones de taladro-compresor. Inteligencia + potencia. Caramba, este teléfono ha salido al dueño.

Y ahora, si me permitís, os dejo reflexionando y orando en silencio.
Yo me voy a tomar un chocolate con churros con mis amigos y aprovecho para enseñárselo.
Luego a lo mejor les enseño el móvil también.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Me alegro por tu nueva adquisición, yo acabo de estrenar hace poco uno, y he pasado de no tener móvil a no poder vivir sin el. Estos móviles nuevos son la caña, creo que se puede hacer de todo, hasta llamadas telefónicas, ¡flipa!.
No nos abandones por las nuevas tecnologías, esas, suelen fallar.

Rita.

El niño desgraciaíto dijo...

Luego están los complementos, la funda, el cargador del coche, el protector de pantalla... Un tamagochi, sí.

Carmen J. dijo...

Y yo que no me creo mucho que hayas perdido el interés por nosotros... Es verdad que no nos lo enseñas, pero nos lo cuentas.

Alejandro dijo...

Cuidado que si lo tocas mucho te puedes quedar ciego XD. Es coña, antes te dejarás la vista twiteando o contestando comentarios.

Disfruta, maestro.

Anónimo dijo...

Pues ya nos dirás lo que les ha impresionado mas a tus amigos.

molinos dijo...

Lastima que seas chimpance hombre.

Para las tías hay una aplicación completamente superflua que sin embargo al instalarla se vuelve imprescindible y además borra memoria cerebral.

Mydays.

Te fascinaría.

NáN dijo...

Acabo de enviarte a mi infierno particular. El de Dante, un juego de niños.

Traidor.

Hermano E dijo...

Cada vez quedamos menos irreductibles sin un esmarfone. Me siento como los últimos de Filipinas :'(

Hermano E dijo...

Cada vez quedamos menos irreductibles sin un esmarfone. Me siento como los últimos de Filipinas :'(

Hemithecomix dijo...

Smart ein? Que es eso?.
Mira paso de bobochorradas, un móvil es para lo que es, como mucho calculadora, calendario y arradio. Vale, me he quedado desfasado en este tema, pero no pienso comprarme nada que no sea el mas sencillo teléfono que haya, lo demás sobra, si quiero mil aplicaciones para eso esta el ordenador. De acuerdo también influye que no veo ni los números con tanta miniatura, cuando los hagan a tamaño tablet, hablamos.

HombreRevenido dijo...

Rita, no os abandono. Ha sido un cese temporal de la convivencia. Pero ya está, he vuelto.

Niño desgraciaíto, qué razón tienes. Ya estoy buscando con qué vestirlo este verano.

Carmen J., sí, de momento os hace gracia que hable de mi móvil. Pero cuando enlace 7 u 8 post del mismo tema, ya veremos si os quedan ganas para volver.

Alejandro, jajaja, me voy a quedar bajo de calcio de tanto tocarlo.

Aquello noerayo, el teléfono. Sin duda.
Lo otro ya lo tienen muy visto.

Molinos, el mundo de las aplicaciones nunca deja de sorprenderme. Me voy a instalar esa aplicación que dices, a ver si noto un cambio hormonal.

NáN, soy de esos. ¡Sí! Me he pasado al lado oscuro.

Hermano E, yo tenía un esmarfón. Pero es que comparado con el nuevo no merece ni tener ese nombre. Puedo decir que incluso lo he olvidado. No entiendo cómo podía vivir antes de este teléfono.

Hemithecomix, ¡eh! que mi nuevo juguete tiene pantalla de 5,3 pulgadas. ¡Se ve todo enorme!

Peter dijo...

Que gran programa ese de Bertín, inspiración de los actuales Hombres, mujeres y , viceversa.....

Por cierto, en la Academia pagáis roaming para hablar con vuestros primos de Tanzania? Veo un nicho de negocio claro para las operadoras españolas

Verillo dijo...

No te dejes llevar por el lado oscuro!!! los moviles los carga el diablo!!!

HombreRevenido dijo...

Peter, con el skype se acabó el negocio. Por el teléfono se puede comunicar uno muy bien, no lo niego, pero hace falta una buena videoconferencia para que se vean las muecas o los lanzamientos de excrementos.

Verillo, ¡no paguéis el rescate que me he escapao!

Nisi dijo...

Ay, pobres, no sabía que a los teléfonos táctiles les duele si les pegas... pobrecitos!
Y para mí es LA wifi, pero vaya usted a saber lo que dicen los académicos humanos!