martes, mayo 14, 2013

Noche triste


Estas cosas son trágicamente necesarias. Le pasan a los pueblos y le pasan a los hombres. Al borde de la madurez es necesario un contratiempo fuerte. De otro modo espera una cadena tonta de fracasos sobre una vida chata. Parece que todo gran Imperio sobre el mundo necesita de una vacuna en su adolescencia. La antesala de las Navas de Tolosa fue la "rota" de Alarcos. La de Otumba fue la Noche Triste. Y algo de la Noche Triste tiene esta retirada de los fusileros.
Víctor de la Serna (comentando la retirada de Hungram, en la Guerra de Corea)


Vía: Salmonetes ya no nos quedan

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que profundo y que tempranero.

Feliz miércoles, mitad de semana.
Rita

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo. Una gran revolución que te obligue a cambiar de rumbo.

HombreRevenido dijo...

Rita, ha sido una semana poco bloguera. Pero todavía puede mejorar.
Gracias.

Aquello noerayo, muy cierto, no hay pequeñas catarsis. Hacen falta hostias fuertes para cambiar de rumbo.