Y así os va, que llega el martes y ya no podéis más. La semana se os hace larga, empezáis a contar las horas y los minutos que restan para que sea de nuevo jueves y podáis pensar en el fin de semana.
Es un buen truco. Un objetivo intermedio, un día puente, un repostaje de ilusión, un trasbordo para hacer más amena la cosa.
Como sé que es tarde y ya no estáis para textos e ideas complejas, os voy a dejar una lámina de colorear.
Clic para ampliar (como se ha hecho toda la vida, hasta que os dio por pasaros a lo táctil y aprender a hacer esa especie de pellizco raro con dos dedos)
5 comentarios:
colorear está a mi alcance..
lo de la pinza con los dedos es sin lugar a dudas un gesto muy poco sexy..sobre todo en ellos.
Buenísimo.
Si hubiera puesto de deberes hacer una redacción sobre la lámina sería más jodido, pero colorearla es perfecto.
Ya está, he terminado! La verdad es que me ha quedado igual, estos son los trabajos que me gustan, los que requieren poco esfuerzo y es que nos vamos conociendo...
Como fan de los pingüinos de Madagascar no puedo más que aplaudirte.
Molinos, si no estuviera familiarizado con tu falsa modestia bloguera (gracias a que me familiaricé antes con la mía) creería que lo dices convencida.
Lo de los dedos da cosica, cierto.
Mrs. Nancy Botwin, sobre todo porque habría que imaginar qué hace la cebra allí. De visita no suelen ir a los polos. Es un misterio.
Niño desgraciaíto, os lo pongo fácil porque no os empeñáis en repetir curso tras curso. Necesito que cojáis confianza para volar solos.
Alejandro, donde hay pingüinos hay alegría.
Publicar un comentario