Aviso a las personas sensibles. Este vídeo (en el que no están todos los que son, pero son todos los que están) contiene imágenes de gente muy muy fea. Advertidos estáis.
Probablemente en su pueblo se les recordará
como cachorros de buenas personas,
que hurtaban flores para regalar a su mamá
y daban de comer a las palomas.
Probablemente que todo eso debe ser verdad,
aunque es más turbio cómo y de qué manera
llegaron esos individuos a ser lo que son
ni a quién sirven cuando alzan las banderas.
Hombres de paja que usan la colonia y el honor
para ocultar oscuras intenciones:
tienen doble vida, son sicarios del mal.
Entre esos tipos y yo hay algo personal.
Rodeados de protocolo, comitiva y seguridad,
viajan de incógnito en autos blindados
a sembrar calumnias, a mentir con naturalidad,
a colgar en las escuelas su retrato.
Se gastan más de lo que tienen en coleccionar
espías, listas negras y arsenales;
resulta bochornoso verles fanfarronear
a ver quién es el que la tiene más grande.
Se arman hasta los dientes en el nombre de la paz,
y juegan con cosas que no tienen repuesto.
La culpa es del otro si algo les sale mal.
Entre esos tipos y yo hay algo personal.
Y como quien en la cosa, nada tiene que perder,
pulsan la alarma y rompen las promesas,
y en nombre de quien no tienen el gusto de conocer
nos ponen la pistola en la cabeza.
Se agarran de los pelos, pero para no ensuciar
van a cagar a casa de otra gente
y experimentan nuevos métodos de masacrar,
sofisticados y a la vez convincentes.
No conocen ni a su padre cuando pierden el control,
ni recuerdan que en el mundo hay niños.
Nos niegan a todos el pan y la sal.
Entre esos tipos y yo hay algo personal.
Pero, eso sí, los sicarios no pierden ocasión
de declarar públicamente su empeño
en propiciar un diálogo de franca distensión
que les permita hallar un marco previo
que garantice unas premisas mínimas
que contribuyan a crear los resortes
que impulsen un punto de partida sólido y capaz
de Este a Oeste y de Sur a Norte,
donde establecer las bases de un tratado de amistad
que contribuya a poner los cimientos
de una plataforma donde edificar
un hermoso futuro de amor y paz.
7 comentarios:
Feos, pero que muy feos. Con tu permiso copio la idea y la pego en mi blog que también habla de feos.
Un antecedente de esta canción que el propio Serrat llegó a versionar es "Cambalache". Quizás fue cantando este tango que se le ocurrió ir más allá y actualizarlo a los tiempos que corremos.
Es lo mismo el que labura
noche y día como un buey,
que el que vive de los otros,
que el que mata, que el que cura,
o está fuera de la ley...
Espartaco, copia lo que quieras, por supuesto. Que se vea esa fealdad de circo de freaks.
Bicnaranja, magnífica versión de "Cambalache" hizo Serrat. Y muy actual también.
¡Que palabras tan amables salen de tu boca cuando no estás sobrio!
Pazzos, tío, yo te quiero mucho ¿lo sabes, verdad?. No es porque me haya bebido 8 gin-tonics, es que es así. Venga un abrazo, joder...
Buah qué bueno!
¿Me das permiso para mangártelo y corgarlo en mi blog? por supuesto haré un link a tu blog avisando de lo malo que es.
Una queja: me parece muy mal que salgan los tiburones de Nemo, eran buenos, jopetas!
Maripili, perdona por el retraso en la respuesta. Por supuesto que te doy permiso para colgarlo en tu blog. Encantado de la vida.
Es verdad, no había caído en el error de los tiburones. Unos crían la fama...
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