El lunes, el poeta tenía la certeza de que salvaría al mundo. No al estilo del Capitán América o Spiderman, pero la cosa tampoco iba a ser demasiado diferente. En lugar de una araña radioactiva le había picado el gusanillo.
El miércoles tenía la idea, el soneto a medias y el discurso de agradecimiento del Nobel preparado, cualquier Nobel.
El viernes releyó entre dudas.
El domingo supo que tampoco esa semana lo conseguiría. Abochornado, aceleraba el paso por las calles, sin que nadie quedara ajeno a su fracaso (visible, defectuoso y condenado como un calamar con tinta invisible).
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Con este microrrelato me gané un lugar en la galería de ilustres microescritores, allí donde el Perro con monóculo (que ahora, no te lo pierdas, también hace entrevistas, ¿qué será lo próximo? ¿hacer mermelada? ¿hacer punto de cruz?).
Llevo dos o tres días sin escribir (que me han parecido dos cientos) y tenía que remediarlo de cualquier forma. Contra las huelgas de inspiración, reutilización de contenidos.
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5 comentarios:
Pues muchas gracias por fertilidad este. Me
ha gustado. Anda! Y soy prime... Óle óle
Quise decir reutilizar y puso fertilidad. Asco de móvil
bueno..recurrir a la falta de inspiración para hacer un post es un síntoma de que tu falsa modestia bloggera es robusta.
me perturba el título..que lo se pas.
Esta misma mañana he visto una mota de polvo sobre el cristal de tu marco y le he pedido a una de mis cobayas que pasara urgentemente el trapo por tu cara. Ahora vuelves a brillar.
No es una metáfora, es información pura y dura.
Phaskyy, los móviles tienen una lógica extraña. Cambiar reutilizar por fertilizar es perturbador.
Una día hice una entrada para apadrinar posts sin comentarios: Ellos nunca lo harían. Allí puedes ser prime y hacer feliz a un post.
Molinos, ahora es cuando digo que llevo tanto tanto lío que no puedo ni escribir algo decente. ¡Ja! Como si hubiera escrito algo decente alguna vez en la vida.
El título es por lo de la tinta, la tinta invisible... bah, no lo entenderías.
Perro con Monóculo, así soy yo, brillante. Aunque sea un brillo grasiento, tirando a sucio.
Por cierto, ya no hay servicio como los cobayas de antes.
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