Me chirría la palabra "delito". Hay algo de diminutivo en ella, parece una broma sin mala intención . Uno comete un CRIMEN y siente tanta culpabilidad que no puede ni salir a regar las plantas al balcón. Sin embargo con un delito no hay problema, es algo benial, como una falta sin tarjeta.
El asunto es que con la mierda de los eufemismos, sin darnos cuenta, distraemos las culpabilidades. Se empieza llamando "violencia doméstica" a "ser un hijo puta maltratador" y no se avanza, claro. Ojo, también se entra en una espiral de extrema sensibilidad. Hoy en día sería imposible un sketch como aquel de Martes y 13: "Mi marido me pega". Sería inaceptable, cómo se van a reír de una situación tan grave, saca las antorchas y las horcas, anda, que hace tiempo que no linchamos a ningún cómico.
Tengo la sensación de que algo hacemos mal. Creo que el problema es que no nos damos cuenta de que el criminal y la víctima, normalmente, no comparten el punto de vista. Si afrontamos el asunto desde nuestra perspectiva, ¿qué ocurre?, pues que no entendemos cómo un hombre puede ser tan ruin. Porque a quien le repugna el maltrato nunca va a comprenderlo. Si el problema está "en la mente del otro", es realmente difícil de neutralizar.
Aquí creo que sólo pueden funcionar cierto tipo de creaciones sociales complejas. Por ejemplo, el chiste, el "mi marido me pega", que plantea a un nivel inconsciente el absurdo de la situación y creo que nos acerca más de lo que pensamos a la solución del problema. Pero sigue siendo insuficiente.
En ciertos códigos decimonónicos (o quizás no tanto) es mejor ser un asesino que un cornudo. Que no nos extrañen entonces ciertas reacciones. ¿Nos servirá de algo que el castigo sean 10 años de cárcel o el garrote vil?. Pues seguramente no..
Mi opinión es que tenemos que cambiar el enfoque. Creo que a veces el estigma, el ser objeto de rechifla, es más poderoso que cualquier otro castigo.
El maltratador no ve que la violencia le empequeñece, como vemos los demás. Ve que la violencia le engrandece. El comportamiento es estúpìdo e irracional, la cárcel podrá atemorizar, nunca frenar del todo.
No juzgo si las medidas actuales de protección y acogida funcionan o no, imagino que sí, que están pensadas para ayudar. Pero yo añadiría una más, la vía del estigma.
Si un hombre da una paliza a una mujer (y se demuestra ante un juez) pasa a ser considerado "medio hombre".
Tendrá medio DNI, tendrá derecho a media pensión y a medio voto (meterá la papeleta en una urna especial que valdrá 0'5). ¿Qué os parece?.
Se trata de poner la broma en bandeja, de atacar el punto débil cerebral, de transformar el rechazo social en algo perceptible, imposible de ocultar.
O eso o meterles un palo bien gordo por el culo. Se aceptan todo tipo de sugerencias.
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5 comentarios:
Yo les cortaba los güevecillos a lonchas... no sigo porque me enciendo
Pues hasta que he leído lo del palo lo del medio hombre me había gustado pero es que el palo por el culo...
Dina, el primer impulso es ese, no hay duda.
Anniehall, es por dar opciones. Si a alguien no le va el método fino y el castigo sutil... seamos contundentes.
Una de dos.
Y ya puestos cuando una mujer maltratada diga de retirar la denuncia y acepta que el medio mierda vuelva a casa, la ley lo debería impedir y a ella obligarla a ir al Psicólogo.
¿Añadimos a los que maltratan a sus hijos?. No hay nada comparable al miedo atroz que siente un crío esperando a que tu padre vuelva del curro y vea las malas notas del cole o que te has peleado en defensa propia pero la madre del otro ha venido a quejarse o que has roto los zapatos jugando con tus amigos al fútbol... Se muy bien de lo que hablo y entiendo el miedo que pasan esas mujeres, lo que ya no entiendo es su perdón.
Hemithecomix, yo secundo tus propuestas.
Al final me refería a eso, a la violencia arbitraria contra los más débiles.
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