El orgasmo es un leñador que desclava su hacha de mi vientre.
Una onda expansiva sacude tu cuerpo rítmicamente, una y otra vez, retornando al lugar de la explosión.
Liberas mi culo del lúbrico arañazo de tus garras.
La excitación retrocede como la marea.
Nuestro abrazo se vuelve más cuerdo.
Mis caricias, mi lengua, te recorren, cada vez más despacio.
Te levantas de la cama.
Escupes el champagne en la copa.
Te vistes.
Dejas de sonreír.
Reproduzco al revés el disco de nuestro último encuentro y sigo sin escuchar ningún mensaje demoníaco.
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14 comentarios:
¡¡¡brutal!!!
ainssssss!!!!!!!!!!!!!!!
Me gusta!
Pues menos mal que no había dicho nada en el post anterior, porque iba a recomendarte a Luis del Agarre...
Pero veo que ya lo has solucionado tu solito.
Genial!
!!!uuaauu!!!
No, y a ratos suave.
Posion Ivy, ¡¡respira hondo!! no hiperventiles.
Lili, me alegro.
Guardián del Faro, una cosa lleva a la otra...
Cardo, onomatopeyas (con E) para dar y tomar (y volver a dar y volver a tomar...)
La versión original suele ser siempre la mejor.
Elmasfato, qué me vas a contar, yo lo vi en directo.
Me uno a las felicitaciones. Lúbrico.
a.
Ojal-a, únete a la orgía. Cuantos más seamos, mejor.
¿He leído orgía? ¿cuándo? ¿dónde? ¿hay reglas? ¿de tres?
(me he puesto nervioso y todo)
Orgía, sí, has oído bien.
Claro que hay reglas, Ojal-a, pero tráete también la escuadra y el cartabón. ¡Esta vez tenemos que hacerlo bien!
Uffff...enhorabuena, genial!
Gracias, Aliena, se hace lo que se puede.
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