La revista "El jueves" nos ha dado mucho y muy gracioso. Es material de referencia en casi todas las asignaturas de esta humilde Academia.
Incluso a veces (sólo a veces, no nos pasemos tampoco) consigue radiografías perfectas de cómo es la cosa. Salen los huesos, las calcificaciones, los tornillos y el resto de partes duras que mantienen en pie el organismo social.
Esta última portada es uno de esos momentos de lucidez.
Triste, sí, pero real.
Aquí más grande.
En realidad no es una portada. Es una de esas "portadas descarte" que cada semana nos enseñan, pero no hay duda de que da en el clavo.
Pues ahora resulta que, por si hiciera falta un poco más de confusión, Belén Esteban pretende denunciarles. Es decir, que Belén Esteban sabe lo que significa "denunciar". ¿Es o no es para liarse?. Sinceramente, a mí ya se me está poniendo cara de "no entiendo nada", "a mí que me registren", "pero si iba todo tan bien"... Se me está poniendo cara de Victor Manuel, vaya.
Recordad que cuando erais pequeños los adultos os advertían siempre de que no jugarais/hicierais el tonto/cascarais nueces cerca de la tele. "¡Ten cuidado no le des un balonazo!", bramaban, "que puede explotar".
Las teles de ahora ya no tienen un tubo de rayos catódicos como el de antes y, si no me equivoco, ya no explotan. Aunque empiezo a entender a qué se referían. ¿Vosotros no encendéis ahora la tele con un poco de miedo?.
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2 comentarios:
Muy bueno, y de echo no se puede explicar mejor. Como muchas otras veces lo han clavado.
Lo preocupante de leer esta viñeta es si de verdad a la Esteban le dan un programa, otro motivo más para ver todavía menos la tele.
¿Has visto una viñeta (creo que no la publicaron) de Ortega Cano? Impresionante.
Toño
Toño, la viñeta, en sí, es catastrófica por la noticia a la que hace referencia. La telebasura ya es la norma, algo ha muerto (y hasta aquí llega su olor).
La forma de denunciar el asunto, de 10.
La viñeta de Ortega Cano era muy bestia. Yo a esa no le veía mucho la gracia, pero los chistes son así, es imprescindible que asuman riesgos, que nos empujen al límite.
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