Del 4 al 12 de junio durará este escalofrío de placer que recorre la espalda de la ciudad. Podremos disfrutar de los concursos de cortometrajes y de ese cine que no se ve habitualmente por estos lares, ese cine que hay que salir a buscar (en el tiempo y en el espacio).
Estos día no, el cine viene a visitarnos y le recibimos en batín y le decimos tómate algo. Le encendemos el cigarrillo aunque no fumemos (porque así es el cine antiguo) y le servimos un whisky doble (porque esto es cine antiguo y vale ya de patéticas censuras moralistas). No todos los días se tiene a Buñuel, a Marlene Dietrich, a Fellini o a Ingrid Bergman en el salón comedor del Teatro Olimpia.
Si estás por Huesca y os lo perdéis pesará sobre vuestras conciencias eternamente. Luego no vengáis llorando.
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6 comentarios:
Vaya por Dios...no puedo ir...
Una pena, Molinos. El festival mola bastante. Y más este año, que colaboro yo.
Haré un esfuerzo pero no prometo nada... estoy de exámenes.
Desde luego las fechas de este festival son terroríficas (bueno y otras muchas cosas del mismo... también), pero se hará el esfuerzo de acudir a lo que se pueda. ¡Ale a disfrutar!
Me encanta ese número treinta y chocho... ;) ups, dije chocho??? quise decir otra cosa...o no???
Tú a lo tuyo, Maru, no te desconcentres. El año que viene habrá otro festival. Eso sí, para desconectar un rato puede servirte.
Ojal-a, recuerdo que cuando estudiaba me parecían unas fechas durísimas, es verdad. Como no parece posible cambiarlo, seguirá siendo necesario hacer esos esfuerzos. Hay alguna peli que merece la pena.
Orleans, la rima es lo que nos inspira.
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