"No existes" me han dicho hoy en la biblioteca púbica.
Por lo visto mi ficha se había borrado misteriosamente y ya no constaba en su base de datos. El código de barras de mi carné ya no significaba nada, eran líneas inconexas, sin sentido. La señora bibliotecaria lo ha resumido rápido: "No existes". Luego ha aclarado: "aquí, no existes", para que su compañera no pensara que hablaba con un ectoplasma.
Ectopasmado he ido a visitar al guardián de las llaves. Me ha interrogado con la mirada y mi respuesta ha sido compleja: "Verá usted, es que resulta que no existo".
Cuando se está encargado de una biblioteca es imprescindible no fiarse de los sentidos, tan vulnerables. A menudo engañan. El mundo está lleno de alucinaciones. Tras recurrir a la espadaláser-lector mis palabras han quedado refrendadas. No existía.
"Pero... ¿alguna vez has existido?" me ha preguntado. Una excelente pregunta, por cierto.
Me he imaginado a mí mismo falsificando el carné de la biblioteca. Recreando cada detalle, los logotipos, el nombre (un nombre cualquiera porque yo no existo), imitando el código de barras pero de un modo burdo, un código que parece bueno pero que el lector no reconoce (y en las bibliotecas nadie manda más que el lector).
Siendo bellamente poético ese pasado ficticio, esa pertenencia falsa, yo recordaba haber sido socio de esa biblioteca desde que Naranjito era una semilla. ¡¡Yo sí existía!!.
Kafkiano perdido he sacado mi DNI. Mi mirada era imperativa: señor funcionario, hágame existir. Y él ha procedido con diligencia. Me ha dicho: "Ya".
Todo un ejercicio burocrático de transustanciación.
Toda una sospecha metafísica.
Si no existiera ¿lo sabría?
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12 comentarios:
Cantaba Forges hace muchos años:
"Deme una fe de vida
que hace tres meses que no existo"
Si no existieras estarías en la nada, y en la nada no hay nada. Bueno nadie ha estado allí, asi que son rumores, son rumores... el venao, el venao...
Quizá haga falta testigos de tu existencia... Pero claro, ¿y si esos testigos tampoco existieran?
Mmm... Todo este asunto tiene tintes a novela de Haruki Murakami...
En el fondo, profe, ¿qué mas da? ¿No hemos quedado que esto es un segundo? Ahora, si se pasa leyendo, el segundo se hace más llevadero, claro...
HombreRevenido, lo cachondo no es que no existas, lo bueno es que entonces, nosotros te hemos inventado o imaginado todo este tiempo.
Míralo desde el otro lado: peor hubiera sido que te hubiera pasado tal cosa en el mostrador de la in-Seguridad Social.
Amigo... no existir en la biblioteca 'púbica' es más chungo de lo que parece ;D
[Hay erratas traicioneras, corazón :D]
Naranjito como antes y después espacio-temporal... qué grande.
Espartaco, así es, menuda angustia existencial nos genera a veces la administración. Ahora al menos ya estoy seguro.
Duende, ya te noto de viernes. ¿Usted no nada nada?
Timonera, no he leído a Haruki Murakami, pero me lo apunto.
No existiendo tampoco estaba tan mal. Ahora que sé que me controlan me siento intranquilo.
Nhtg, un segundo no está mal. Pero yo hubiera preferido ser primero.
Maru, la Seguridad Social no existe, parece mentira que no lo sepas.
Mi sospecha es que sois vosotros los que no existís y yo llevo años comentándome a mí mismo con un montón de identidades inventadas.
¡No es una errata, Ra!. Es mi sutil humor anatómico.
Los de mi generación medimos el tiempo con Naranjito. Y así nos va.
Con tu experiencia bibliofísica ha quedado demostrado que se puede no existir sin ser consciente de ello, hasta que alguien descubre tu condición de ser inexistente y te hace existente.
Ahora, lo que no se sabe es durante cuánto tiempo seguirás existiendo. A lo mejor la existencia tiene caducidad.
Jaja, me constaba al 98%, Sr. Reve... es usted enorme; ¡suspéndame por listilla¡ es que me ha hecho recordar una anecdota comprometida de un vecino que salió al paso de mala manera. Porque... qué putada cuando la lengua se traba en vivo, en púbico y en directo :P
Si algo he aprendido, Vecu, es eso que dices, sé que ayer no existía y luego existí pero... ¿y hoy?.
Dejar de existir puede estar pasando mientras escribo estas líneas. Así que no te las tomes demasiado en serio.
Ra, los lapsus pueden ser terribles. Es una de las maneras que tiene la existencia de demostrarnos que nunca estamos a salvo.
No te suspendo, pero no te esperes una matrícula de honor (sobre todo porque se nos ha estropeado la máquina con la que las hacíamos).
...ahra ya sé quien es uno de los guionistas de Lost... ;)
Exacto, ya lo sabes, Orleans. Ese guionista misterioso es la vida misma (que supera cualquier ficción).
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