En el año 1987 llegó a España esta señorita imponente para jugar al baloncesto en el
Tintoretto de Getafe. Su palmarés impresionaba: 2 oros olímpicos, 3 mundiales y 10 eurobaskets, aunque lo que de verdad impresionaba era su altura, sus 2 metros y 13 centímetros de humanidad.
Uliana Semenova era ya toda una mujer cuando aterrizó en España (tenía 35 años) y cobraba 50.000 dólares (de los que olió sólo las migajas, porque el resto se lo quedó solidariamente el comité soviético de turno). Sus títulos le avalaban, era un fenómenos deportivo más que un fenómeno de circo. Sin embargo el impacto mediático en España difícilmente pudo separarse de la anécdota. También entonces éramos así.
Supimos que calzaba un 58. No faltó quién hiciera la broma de "seguro que puede dormir de pie ¿eh?". Lo dicho, en los 80 no pasaba nada especial, éramos tan gilipuertas como ahora.
El caso es que el baloncesto femenino todavía era un jersey tricotado con prejuicios, lejos de la brillantez actual.
Semenova se plantaba en la zona y sin saltar iba taponando los tiros, agarrando los rebotes. Achacosa, andaba hacia la otra canasta y sucedía lo mismo. Le lanzaban un balón elevado, lo agarraba en lo alto y tres jugadoras saltaban a su lado como niñas de internado femenino jugando contra una monja (
Sor Shaquille, por ejemplo).
Había gente que se moría de risa, otra gente lo observaba admirada, yo lo veía aterrado, incómodo, por la perturbadora metáfora que escondía.
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6 comentarios:
¿Pero que pasó,te cogío por banda y te hizó hombre?.
¿Tal vez vino el padre Tevoyadar Semen y te cantó las curenta por avasallar a su hija?.
¿O es por que era una digna émula de Benny Hill y te palmeaba la planicie del cráneo?.
¿Reposaba su gin tonic de vodka sobre tu cabeza y te decía: calla y sigue ?.
No es para tanto,aunque la chica tenga un parecido razonable con un actor secundario del saga 007,un punto sexy si que tiene.
Tiberio, nos reímos con ella, no de ella.
Parecía un ogro pero era apacible.
Merece todo mi respeto, sobre todo porque era diferente y, en lugar de esconderse, se sobrepuso a ello con dignidad.
Los repartos del señor son inescrutables, meu.
Mua.
Así es, Ra. Inlcuso los dioses comunistas evitan fabricar ciudadanos en serie.
Me gusta más la otra Semenova, la que mide 1,38:
http://www.youtube.com/watch?v=xCuFEA6eGKQ
No sé si serán familia, Salvadior, porque ese metro de diferencia es sospechoso.
La gimnasta tiene un poco más de agilidad. Ambas tienen carisma sobrado. A lo mejor en esta sección me toca volver a hablar de mi fascinación por Svetlana Boginskaya.
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