El índice de personalidad de una gastronomía se mide por la abundancia de sabores abrasivos y contrapuntos. Ahora bien, los condimentos son condimentos, no hay que abusar y comer ajo como si fueran caramelos de eucalipto, salvajes, que sois gente fina, por el amor de Dios. Que trabajáis con más personas y, aunque no lo creáis, vuestras parejas tiene otras opciones... un poco de cabeza, leñe.
El ajo, dicen, es bueno para la circulación sanguínea y malo para los vampiros. Lo cual no deja de ser chocante.
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12 comentarios:
Es que a los vampiros les gusta la sangre espesa.
Me ha molado lo del ajo como caramelo.
¿Para cuando tapones de ajo en el bar este que nos vemos tanto?
Claro, por eso los vampiros tenían mal color...esa palidez en la piel debía de ser por la mala circulación. Aunque también se podría deber a que salían mucho por la noche. O igual, no, yo qué sé.
Las cosas claras y la sangre espesa, Empanadilla. Cada cual con sus gustos.
Peibols, tapones de ajo de destrucción masiva, para hacerse sitio enseguida, incluso en hora punta.
Maru, la vida del vampiro es jodida. Yo creo que la palidez era por su ligera alergia al sol. Pero claro, les da igual, como no pueden verse el careto en el espejo...
El ajo es asi... contraproducente...da un muy buen sabor pero hace que se te aleje la gente.
Habria que averiguar si el profsor Van Helsing tenia algun tipo de regalias por hacer tan buena publicidad del ajo.
Para eso se empleó el concepto "ajillo", que es como decir, ¡vamos, si no tiene tanto ajo!, pero que luego si que hace su aportación al aliento fresh hispano.
Eso si, hay que tener las prioridades claras, y unas buenas gambas al ajillo merecen quedarse sin ser besado el resto del día. Ahora bien, todos los días... a lo mejor es exagerado.
¿No?
¿¡¿¡¿Que los ajos no son caramelos?!?!?
Anonadada me dejas.
Será por eso que no ligo nada????
Alberto, para esos días en que apetece estar solo el ajo, entonces, funciona. La publicidad subliminal de "Drácula" roza lo escandaloso, y no sólo por el ajo, pronto sacará Ikea la nueva colección de estacas.
Expatriado, unas buenas gambas al ajillo merecen cualquier sacrificio (tal vez incluso la muerte). Sólo compartiendo gambas y compartiendo aliento puede asegurarse el beso.
Gata Lola, como lo oyes.
Es lo del ajo o que ya no quedan hombres de verdad, caballerosos y con aguante, como los de antes.
¡Recórcholis!
¿y por qué será que es la primera palabra que dicen muchos bebés?
todo un misterio
Serjuzu, no puedo responderte a ese misterio.
Pero no porque no lo sepa, sino porque me tengo que ir a un sitio y llevo prisa. Otro día será.
Sé de algunos que los llevan en los bolsillos y se los meten en la boca cual Smint!
También te los puedes colocar a modo de colmillo...vamos,más que nada para intentar una aproximación con los vampiritos.
Viva el ajo,joder!
¿Un vampiro con dientes de ajo?
Grandiosa imagen, Orleans.
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