Superman IV: The Quest for Peace - 1987 -
Director:
Sidney J. Furie
Reparto:
·
Christopher Reeve (
Superman)
·
Gene Hackman (
Lex Luthor)
·
Margot Kidder (
Lois Lane)
·
Jackie Cooper
Guión:
Lawrence Konner,
Mark Rosenthal y
Christopher Reeve (Personaje creado por
Joe Shuster y
Jerry Siegel)
Música:
Paul Fishman y
Alexander Courage (usando hasta la extenuación el leitmotiv de
John Williams)
Kal-el,
El Hombre de Acero,
El Último Hijo de Krypton,
Superman en definitiva, fue el parto prebélico (en los albores de la II Guerra Mundial) de
Joe Shuster y
Jerry Siegel, progenitores del cómic, para lo cual tuvieron que echarle imaginación y, por qué no, tuvieron que buscar inspiración en los modelos clásicos de héroe retorcido, desde
el Zorro a
Jesucristo. El resultado fue el inicio de todo un género, un personaje universal que nunca, repito: nunca, imaginó un metraje de kryptonita como el que perpetró el bueno de
Sidney J. Furie para mayor gloria de la productora Golan Globus, experta en americanismo cutre salchichero.
El personaje, todo hay que decirlo, no ha envejecido con dignidad. Cinematográficamente tuvo su auge y luego su declive, contó con el acierto del casting, pero el destino fatal del encasillado
Christopher Reeve no ayudó al mito. Tampoco la moda perdona: esos calzoncillos por fuera y esa capa se han convertido en caricatura, y a un superhombre, se sabe, le está permitido ser complejo, arrogante, malcarado o el típico repollo don perfecto, pero nunca ridículo.
Por mi parte, la tarde en la que vi la peli en el cine Avenida, anonadado por el espectáculo, por el nefasto abuso del
Chroma Key, me borré, me empadroné en
Gotham City, y preferí a
Butragueño, que esa misma noche marcó un gol decisivo con el que eliminamos al Nápoles de ese otro ambiguo héroe-villano sin capa ni alzas,
Maradona.
La historia de la cuarta entrega es un homenaje al humor absurdo que hubieran firmado los
Monty Python, ni siquiera en eso es original. El rearme atómico ha conducido al mundo a un punto de no retorno, la preocupación se extiende, hasta que a un niño se le ocurre mandarle una carta a
Superman, y eso le pone contra las cuerdas, a él, que se había prometido no interferir en los asuntos terrenales (asumiendo, claro está, que dar vueltas muy rápido alrededor de la tierra para invertir el tiempo y salvar a la chica no hubiera sido ya una pequeña injerencia).
Superman se arma de valor, se planta en la O.N.U. de la mano de ese niño, mira a la cara a los mandatarios, prebostes, traductores, planta los cojones en el atril y proclama:
a partir de ahora voy a limpiar el planeta de todas las armas nucleares. Pero
Luthor, en un guiño frankensteiniano (pero el de
Mel Brooks ¿eh?), crea un
Hombre Nuclear, que parece salido del
Pressing Catch. Tronchante.
Notas:
- La típica escena cómica de vodevil, cuando
Superman y
Clark Kent han quedado con dos mujeres distintas me recuerda un poco a "Vaya par de gemelas" de
Lina Morgan.
- Cada vez que
Superman va a dar un paseo por el cielo de Metropolis con
Lois, es una metáfora de que se la tira ¿no?
- Cuando
Superman reconstruye la Gran Muralla China se utiliza un efecto especial muy sofisticado. Se precisa un vídeo VHS o Beta, y darle a una tecla que pone:
REW.
- Aunque se empeñen, cuando el
Hombre Nuclear rapta a la chica y la lleva al espacio, ella no debería poder respirar.
- Nunca entendí por qué los niños saltaban de los balcones después de ver la primera parte. Lo comprendería si fuera después de ver la cuarta.
8 comentarios:
personalmente ya me daba mal rollo hasta la primera, pero después de leerte me da ganas de verla, parece un agarralo como puedas o scary movie...
Así es, Cardo, es el primer superhéroe que se parodia a sí mismo. Pero de allí a ver la película... Hay cosas mejores que hacer, como por ejemplo: dibujar o hacer figuras de plastilina.
Inspiradísima crítica. Solo por ella te disculpo por haberla visto , lo cual no es poco perdonar.
Nunca fui muy de cómics. Eso de leer el final de una historia y que te dejen a medias en la siguiente nunca lo acabé de entender. Si estaba pensado como una estrategia de fidelización, entonces conmigo fracasaron miserablemente: Yo me acabé gastando el dinero en los salones recreativos. ¿Para cuando un post sobre esto?. A ver si recoges el guante, y aún me reiré más, por lo cercano.
Guillermo, la crítica siempre necesita la complicidad de lo que se critica, y en este caso esa complicidad es impagable. Podría pasarme un mes entero escribiendo de esta película.
Lo de los salones recreativos lo intentaré un día de estos, aunque no los frecuenté demasiado... ya es hora de volver a uno (si existen todavía) y narrar la experiencia.
Yo no la he visto.
Ni la cuatro de Batman.
Cuartas partes nunca fueron buenas (excepto StarWars episodio 4, claro)(no así el episodio 1 que es la cuarta).
Total, que no.
Y a Lina Morgan se me la respeta, eh?
Que esos VHSs del Periódico de Aragón de Vaya par de Gemelas, Celeste no es un color y El Último Tranvia los habré visto cienes de miles de veces.
Peibols, a mí la cuarta parte de Rocky me gustó (sí, tal fui el único, qué pasa), pero ciertamente es la excepción que confirma la regla.
Con Lina Morgan no se mete nadie en la Academia de Chimpancés, sería inadmisible. Yo sólo me sorprendía, porque bueno, Lina Morgan hace comedia de situación (y de retorcer las piernas), pero eso mismo en Superman... como que queda raro.
Asumiendo claro que Lina Morgan actúa muchísimo mejor que Christopher Reeve, por lo menos ahora.
Mucho superman mucha kriptonita pero al final lo termino matando un simple caballo
Alberto, no seas salvaje. Superman, como cualquiera, es vulnerable. Somos de porcelana y no podemos ir embalados todo el tiempo.
Embalados, jeje, como Superman.
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