Lucía y el sexo - 2001 - Director: Julio Médem
Reparto:
· Paz Vega (Lucía)
· Tristán Ulloa (Lorenzo)
· Najwa Nimri (Elena)
· Elena Anaya
Guión: Julio Médem
Fotografía: Kiko de la Rica
Música: Alberto Iglesias
Reparto:
· Paz Vega (Lucía)
· Tristán Ulloa (Lorenzo)
· Najwa Nimri (Elena)
· Elena Anaya
Guión: Julio Médem
Fotografía: Kiko de la Rica
Música: Alberto Iglesias
A veces la más pequeña casualidad, la coincidencia sorprendente, da jaque mate a nuestro sentido común, nos deja indefensos. Otras veces se burla de nosotros el mundo azaroso, nos otorga sin pedirlo aquello que más tememos. Como el personaje de aquella canción de Sabina, "cuando me hablan del destino, cambio de conversación". Pero diré, de estranjis, que yo sí creo en las casualidades.
Lucía no es la protagonista exclusiva de la película, como sugeriría el título, pero sí es el personaje que más se expone, impulsiva desde el principio, y es quien menos culpas tiene que expiar. Los demás unen sus existencias atormentadas en este cuento lleno de ventajas (cuando el cuento llegue al final no se acaba, sino que se cae por un agujero y el cuento reaparece en mitad del cuento). El sexo es cómo se miran, cómo se buscan, cómo se ganan y se pierden, cómo sueñan.
La luz cálida de los momentos de felicidad, la luz inquieta de los instantes de zozobra, Médem recurre de nuevo a su habilidad poética, a la riqueza visual, a la que contribuye Formentera, el mar, Paz Vega y Elena Anaya (a quien deberían prohibirle comer con las manos, por el bien de todos). En la isla está ese barro redentor, el faro, el vaivén, el nudo por desatar; atrás quedan las sonrisas ingenuas y el zumbido de la polaroid; sobrevive a sus anchas el eco de un deseo libre y predestinado.
El amor y el sexo, la fatalidad y el sexo, la emoción profunda, trémula, salvaje, acogedora, y el sexo. La magia y el sexo.
El escritor, antítesis y complemento ambiguo de Lucía, es el recurso para esa circularidad, para esa magia. Los seres especiales tienden a encontrarse. Y los personajes viven la vida que se escribe, leen la vida de otros a quienes un hilo invisible (el destino) parece ligar. Ugg, el destino otra vez. Y las frases ridículas, y por eso auténticas: me voy a morir de tanto amor.
La muerte y la vida. La luna y el sol. Lucía y el sexo. Tú y yo.
4 comentarios:
No me pida un comentario ingenioso Hombrerevenido....
QUE BUENA QUE ESTA PAZ VEGA !!
No se puede ser ingenioso siempre, Alberto. Asumamos lo que somos, primates.
Inevitable película en esta semana temática. Sólo me falta recordarla en estos primeros días de calor (y trabajo).
Debería estar en Formentera. Con la luz, con el mar, con el barro, con la bici, con una sonrisa, con conversaciones inacabables, con un mojito en la mano!!
Sí, Empanadilla, fue una decisión instintiva, quizás porque soy muy de Médem. Aunque barajé muchas: Kinsley, El último tango en París, Boogie Nights...
Lo de la isla ni lo mentes, que es miércoles y podría enajenarme a mí mismo.
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