En la Villa todos los esclavos eran cristianos. Los guardias permitían sus ritos rudimentarios y en la ciénaga crecía su devoción, como también crecen los rosales de una cárcel. No importaba lo que Él dijera, virginidades improbables o la cobardía de los apóstoles. Había muerto en la cruz, como un esclavo, y les prometía un futuro tras la muerte, junto a sus familias deshechas.
La tierra atronó. Llovió fuego y azufre. Los guardias escaparon. La impensable libertad se hizo posible. Lejos de la alegría prevista todos se arrodillaron, miraron al monte Vesubio comprendiendo y perdieron su vista en el cielo, sacudidos, emocionados, como si fuera a realizarse ante sus ojos, solemne y definitivo, el Juicio Final.
La tierra atronó. Llovió fuego y azufre. Los guardias escaparon. La impensable libertad se hizo posible. Lejos de la alegría prevista todos se arrodillaron, miraron al monte Vesubio comprendiendo y perdieron su vista en el cielo, sacudidos, emocionados, como si fuera a realizarse ante sus ojos, solemne y definitivo, el Juicio Final.
6 comentarios:
Véase el primer comentario de
http://hombrerevenido.blogspot.com/
2007/04/sensaciomal.html
Vayan a ese post sin pasar por la casilla de salida. y sin cobrar los 20.000 ecus.
Ahora que el sistema ha querido de una puñetera vez aceptar ese primer comentario al otro post, entenderás mi intención, pedazo de mono.
Lo había entendido, porque lo habías puesto en el post de antes. Te agradezco la insistencia.
Y sí, soy un mono. Se nota.
Vale y yo yo soy gilipollas porque no me había percatado de que ya dicho lo que quería decir sin decir nada pero un post anterior al que...
(no gracias, realplayer; no quiero descargar actualizaciones ahora)
...quería comentar sin comentar.
Jajaja, alguna vez habrá que hablar de ese momento en el que el ordenador se aburre y dice aquello de las actualizaciones, Guillermo.
Y no eres gilipollas, hombre, sólo un poco despistado.
Gracias por la intención.
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