En 1969,
Luchino Visconti rueda "La caída de los dioses" y
Eddy Merckx gana su primer Tour de Francia. La coincidencia es banal. Pero por algún lado había que empezar este relato compuesto a partes iguales por épica wagneriana y vodevil de revista.
En el año 1999, Lance Armstrong ganó su primer Tour de Francia y comenzó un reinado que duraría 6 años más. Hoy la UCI le ha quitado esos 7 tours oficialmente. El campeón es ahora un proscrito (o un tigretón).
Me parece interesante recordar quiénes acompañaron en el
podium al norteamericano en las 7 ediciones chungas: 1999- Zulle y Escartín. 2000 y 2001- Ullrich y Beloki. 2002- Beloki y Rumsas. 2003- Ullrich y Vinokourov. 2004- Klöden y Basso. 2005- Basso y Mancebo.
Sus historias son curiosas:
* Alex Zulle: En 1998 fue pillado con el carrito del helao en el Caso Festina y admitió haber tomado EPO.
* Fernando Escartín: Es el corredor de la tierra, no quiero dudar de él. Pero los que sí dudan hablan del historial de dopaje del equipo Kelme o de su médico, el
Dr.Ferrari (el mismo del entramado de Armstrong).
* Jan Ullrich: Implicado en la Operación Puerto en 2006, dentro de la trama de dopaje del Dr. Eufemiano Fuentes.
* Joseba Beloki: Pillado también dentro de la Operación Puerto. Transfusiones, hormona de crecimiento, EPO, testosterona...
* Raimond Rumsas: Condenado por tráfico de sustancias dopantes y positivo por EPO.
* Alexander Vinokourov: Implicado en la Operación Puerto, trabajó con el Dr.Ferrari y acabó dando positivo por autotransfusión en 2007.
* Andreas Klöden: Fue acusado de dopaje en el caso Friburgo en 2009 y terminó reconociendo su culpa.
* Ivan Basso: Sancionado por su demostrada implicación en la trama de dopaje destapada por la Operación Puerto.
* Francisco Mancebo: Otro de los nombres que aparecían con pelos y señales en la Operación Puerto.
El panorama es desolador.
Menos mal que luego se arregló... o no.
Floyd Landis fue el ganador en 2006, pero lo perdió por la misma red de doping que se ha llevado a Armstrong por delante (él mismo terminó confesando).
La victoria pasó entonces a
Pereiro, un sorprendente ciclista asmático. El salbutamol fue mano de santo para él.
El tour del 2007 iba a ganarlo
Rasmussen, hasta que su propio equipo decidió expulsarlo en vista de la inminente sanción por incumplir la normativa antidopaje.
La victoria fue para
Alberto Contador. Mucha controversia levantó el positivo extraño de Contador en 2010, que le costó el Tour de Francia. Menos han despertado las siglas A.C. de la Operación Puerto, o que el preparador físico de Contador esté subrayado en rojo y sancionado por el Caso Armstrong.
Levi Leipeimer, confeso de dopaje, fue tercero en 2007.
Andy Schleck, ganador de un tour de rebote, no ha dado nunca positivo, pero su hermano inseparable sí.
¿Y antes de Armstrong?
En 1998:
Pantani (EPO),
Ulrrich y
Julich (confeso)
En 1997:
Ulrrich,
Virenque (sancionado por el Caso Festina) y
Pantani.
En 1996:
Riis (Mr.60%, por su tasa de hematocrito, confesó su dopaje con EPO),
Ulrrich y
Virenque.
El cortafuegos (de momento) lo marca un hombre:
Miguel Induráin.
Sus 5 tours seguidos vuelven a ser la gran hazaña de la ronda francesa.
Sus rivales, sus contemporáneos, los ya nombrados:
Zulle,
Riis,
Pantani... o los
Ugrumov (explosión tardía, niveles disparatos de hematocrito),
Rominger (pupilo aventajado del
Dr.Ferrari) o el grupo del
Dr.Conconi:
Chiapucci,
Roche o
Bugno, entre otros.
El médico de Induráin, el
Dr. Sabino Padilla, tenía fama de ser muy amable y muy bueno con el estetoscopio.
¿Es Induráin la última frontera?
Sí.
Porque si es inocente no tiene nada de lo que preocuparse y si es culpable no tiene nada de lo que preocuparse.
Independientemente de que el dopaje en el deporte ultraprofesionalizado exija un debate muy distinto, me da la sensación de que existe la voluntad de mirar siempre hacia otro lado.
La Operación Puerto fue una chapuza a posta. La Operación Galgo pasó de largo mientras todo el mundo silbaba.
Marta Domínguez es senadora y aquí no ha pasado nada.
Somos campeones de todo, que no nos quiten el único orgullo que nos queda.
Y ahora ya no hablo de ciclismo. Se entiende ¿no?.
Veo con curiosidad cómo la justicia italiana entra a destajo con las oscuridades de su fútbol y su ciclismo. Los franceses se cargan a sus figuras, desde
Virenque a
Karabatic (el mejor jugador del mundo de balonmano, detenido por fraude en la competición). Los yanquis, condescendientes en la guerra fría, se cargaron a
Marion Jones, por ejemplo, y a todos los velocistas de Balco, ahora a
Armstrong.
Aquí el brazo no aprieta. De momento los deportistas son una fantástica cortina de humo. Que dure.
Como decía aquel personaje filonazi de "La caída de los dioses" de
Visconti: "fingir un asomo de legalidad ayuda a nuestros propósitos".
Brunilda (el ciclismo) se inmola en la pira funeraria del héroe
Sigfrido (Lance Armstrong) y llegamos a ese final wagneriano que todos esperábamos. Lo que no queda claro qué pinta
Lina Morgan interpretando a dos gemelas en "El Ocaso de los Dioses".
Mezclas modernas.